El Chat GPT y la protección de datos en materia de la IA

El Chat GPT y la protección de datos en materia de la IA

En los últimos meses se ha oído hablar mucho sobre el tipo de relación que mantiene la Inteligencia Artificial (IA) con el derecho y es que han surgido múltiples opiniones desemejantes. Por un lado, hay quienes ostentan la posición de que la IA puede suponer una herramienta básica para el desarrollo laboral, económico y social, ya no sólo en el mundo del derecho, sino en múltiples sectores profesionales; por otro lado, existen opiniones negativas al respecto, que argumentan que la IA puede llegar a no ser ética en ciertos casos, llegando a ser incluso irrespetuosa y no democrática, al tener un sistema inteligente e informático, no emocional ni evaluativo; un tercer grupo sustenta la idea de que la IA podría suponer un gran cambio favorable, siempre y cuando se regularan de manera concreta aspectos como podrían ser el reconocimiento de la personalidad jurídica de la misma, el régimen de responsabilidad, etc.

Dicha profusión de opiniones se ha visto claramente reflejada en la última polémica respecto a la IA en el llamado Chat GPT.

Para los que no lo conozcan, el Chat GPT es un modelo de lenguaje que utiliza tecnologías de IA, entrenando con una gran cantidad de datos de texto, de forma que genera automáticamente respuestas y mejora la precisión en los sistemas de búsqueda de información. En este sentido, genera textos, imágenes, audios y videos de la misma manera o de forma muy similar a como lo haría una persona. Viene a funcionar como una app, la cual la gente descarga, y dependiendo de si es gratuita (usuario) o no (abonado), tendrá unos beneficios u otros. En la app aparece una especie de chat en la que el usuario o abonado puede hacer cualquier tipo de pregunta como: Muéstrame un modelo de contrato de fiducia, y automáticamente aparece una plantilla de dicho contrato; o se podría preguntar: ¿Cuáles han sido los casos penales más polémicos que ha habido en EEUU en 2011?, a lo que la app recopila una serie de datos y da respuesta a la pregunta.

Aunque pueda parecer que Chat GPT es una de las mayores invenciones de la historia, también tiene deficiencias. En primer lugar, se trata de un tipo de IA que no garantiza la veracidad de la información, pues puede contener datos erróneos, ya que si se entrena con datos inadecuados, puede generar contenido inexacto. Por otro lado, múltiples profesiones han tachado la actividad de Chat GPT como de intrusión laboral atendiendo a que, si dicho chat puede gestionar escritos de manera tan simple y apenas sin coste, no serían necesarias determinadas figuras profesionales que han tenido una preparación detrás de todo su trabajo.

Otro de los mayores temores a nivel internacional que produce Chat GPT, por lo que ya se están tomando las medidas pertinentes al respecto, es la vulneración de la privacidad, la seguridad pública y los datos personales. Un claro ejemplo es el de Italia. La misma Agencia Nacional de Ciberseguridad de Andorra publicaba su artículo del pasado 13 de abril que Italia ha decidido “bloquear” la herramienta de Chat GPT dado que esta no respeta las premisas y la disciplina de la privacidad de los datos, pues funciona reuniendo millones de datos para dar una respuesta automatizada a lo que los usuarios preguntan, y recopila millones de datos de dichos usuarios y abonados que hacen uso de la herramienta.

De la misma manera, en EEUU el Center for AI and Digital Policy (CAIDP) ha considerado al Chat GPT como “sesgado, engañoso y supone un riesgo para la privacidad y la seguridad pública”, considerando que no cumple con las garantías de solidez empírica de los datos, ni cuenta con las suficientes salvaguardas para limitar la parcialidad y el engaño.

En el caso de España, la Agencia de Protección de Datos también está realizando investigaciones al respecto para poder determinar qué impacto tiene el Chat GPT en relación con los datos de los usuarios y los abonados y sus derechos fundamentales. Consecuentemente, se ha decidido crear un Comité Task Force, que se encargará de la supervisión y control para posteriormente poner en marcha un sistema de cooperación e intercambio de información con las autoridades en aquellos casos en los que los datos o la seguridad se vea afectada de manera nociva para poder tomar medidas al respecto.

En los próximos meses podremos ver como evoluciona dicha controversia, atendiendo a que múltiples países han solicitado al Comité Europeo de Protección de Datos que aborde el tema en su reunión plenaria, debido a la importancia que implica ya no solo para la privacidad y la seguridad de los usuarios, sino para un futuro desarrollo en relación a la IA, que poco a poco irá evolucionando y quedará introducida en nuestro día a día, por lo que será necesario que quede regulada en todos los aspectos a los que pueda aplicar.

 

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