Las ventajas fiscales, el nivel de vida, el clima y la belleza del país son algunos de los argumentos que esgrimen las, cada vez más, personas que deciden trasladarse a Andorra, solicitando para ello alguno de los permisos de residencia que el gobierno del Principado prevé en sus leyes. Uno de los que más dudas genera es la residencia pasiva: en este post la analizamos al detalle.
Tabla de contenidos
Toggle¿A quién está dirigida la residencia pasiva en Andorra?
La residencia pasiva es un tipo de permiso de residencia que se concede en Andorra a personas que no trabajan activamente en el país, sino que desean residir allí por otros motivos. Este tipo de residencia es ideal para:
- Nómadas digitales y teletrabajadores: profesionales que trabajan de forma remota para empresas o clientes ubicados fuera de Andorra y, por lo tanto, su fuente de ingresos es externa al país.
- Inversores y rentistas: personas que viven de los rendimientos de sus inversiones (acciones, dividendos, alquileres de propiedades en el extranjero) o de capitales depositados.
- Pensionistas: individuos que perciben una pensión de jubilación o incapacidad de su país de origen.
- Personas con patrimonio suficiente: aquellas que pueden demostrar que disponen de los fondos necesarios para residir en Andorra sin necesidad de realizar una actividad laboral.
En resumen, el destinatario clave es quien tiene su fuente de ingresos principal fuera de Andorra, a los que este régimen les permite disfrutar de la calidad de vida y los beneficios fiscales del país, siempre y cuando cumplan con los requisitos de inversión, seguro médico y tiempo de permanencia mínima en el territorio.
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Leer artículoTipos de residencia pasiva
En función de la situación económica y los intereses del solicitante, la residencia pasiva puede clasificarse en:
- Residencia no lucrativa: es la más común e implica que el beneficiario de la misma no va a realizar ninguna actividad profesional en el país. Requiere una inversión mínima de 600.000 euros en activos andorranos, ya sean bienes inmuebles, acciones de una empresa nacional o deuda emitida por entidades residentes o la propia Administración Pública de Andorra.
- Residencia para profesionales con proyección internacional: elimina el requisito de inversión mínima obligatoria, pero a cambio establece la exigencia de crear o adquirir una sociedad con sede en Andorra que realice, al menos, el 85% de su actividad fuera del país. Además, esta empresa debe generar los recursos necesarios para que el solicitante y todas las personas a su cargo puedan residir en el principado.
- Residencia por motivos de interés científico, cultural y deportivo: dirigida a profesionales de estos sectores con logros importantes en sus respectivos campos. Tampoco exige una inversión mínima, pero sí deben demostrarse los éxitos obtenidos y la capacidad económica suficiente para residir en el país.
- Residencia por ingreso en centros terapéuticos privados: permite al interesado vivir en Andorra durante el tiempo que dure el tratamiento.
Ventajas de la residencia pasiva
La residencia pasiva implica un único obstáculo, la necesidad de contar con un amplio capital, pero conlleva una serie de ventajas fiscales, en términos de calidad de vida y seguridad y beneficios directos para los residentes en el principado gracias a esta figura.
Por lo que respecta a las ventajas fiscales, destacan tres gravámenes concretos: el impuesto sobre la renta personal, que se fija en un 10% para la mayor parte de los ingresos; la inexistencia de impuestos sobre patrimonio y sucesiones, y la existencia de convenios de doble imposición con gran número de países para evitar pagar dos veces por las mismas rentas.
Además, Andorra es un país seguro y muy tranquilo, con bajas tasas de criminalidad, que ofrece una calidad de vida de alto nivel, con infraestructuras educativas y sanitarias de gran calidad, e innumerables atractivos culturales y naturales.
Si te planteas trasladar tu residencia a Andorra bajo la modalidad pasiva, solo tendrás que pasar 90 días al año en el país para mantenerla, tendrás libertad de movimiento para viajar libremente por el resto de países europeos y no tendrás que trabajar en el país.
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Leer artículoRequisitos para solicitar la residencia pasiva en Andorra
Lógicamente, dadas las ventajas que ofrece este tipo de residencia, es necesario cumplir una serie de condiciones, todas ellas encaminadas a acreditar la solvencia económica del solicitante. En cuanto a los requisitos económicos, tendrás que:
- Acreditar ingresos anuales que superen el 300% del salario mínimo interprofesional en Andorra (que en 2025 se ha fijado en 1.447,33 €), así como un 100% adicional por cada persona a cargo.
- Realizar una inversión mínima de 600.000 euros, ya sea en bienes inmuebles, productos bancarios con ISIN andorrano o en una empresa con sede social en el país.
Por lo que respecta a la vivienda y seguros, es imprescindible:
- Adquirir, o bien alquilar, una propiedad inmueble dentro de las fronteras del principado.
- Aportar un certificado médico realizado en el principado y seguro médico privado.
Además de lo anterior, debes aportar cierta documentación:
- Identificarse mediante pasaporte o documento de identidad vigente.
- Acreditar la buena conducta, mediante un certificado de ausencia de antecedentes penales debidamente apostillado.
- Presentar un certificado de estado civil, también debidamente apostillado.
Adicionalmente, debes cumplir otros requisitos:
- Acreditar una residencia de al menos 90 días (no necesariamente consecutivos) en Andorra.
- Realizar un depósito de 47.500 euros más 9.500 euros por cada persona a cargo en la Autoridad Financiera de Andorra. Esta cantidad no genera rendimiento alguno ni se puede disponer de ella, pero se recupera en el caso de abandonar el principado.
Además, se deberá pagar 2.500 euros por la expedición de la tarjeta de residencia, más 500 euros extra por la tarjeta de cada persona a cargo, ya sea cónyuge o hijos.

Fuente: Gobierno de Andorra
¿Es lo mismo residencia pasiva que residencia fiscal?
Como ya hemos mencionado, la residencia pasiva obliga a la persona que la obtiene a residir en el Principado, al menos, 90 días al año. Ahora bien, son las regulaciones fiscales internacionales las que establecen dónde debe pagar sus impuestos una persona en función de su residencia real.
Por ejemplo, las leyes españolas dictan que se consideran residentes fiscales en España, y por tanto deben pagar impuestos en el país, todas aquellas personas que residan en el mismo más de 183 días. Por lo tanto, residir en Andorra únicamente los 90 días que requiere la residencia pasiva no implica tributar en el principado y el país de origen puede exigir el pago de los impuestos, con la sanción o recargo correspondiente.
Característica | Residencia fiscal (activa) | Residencia pasiva (sin actividad lucrativa) |
Destinatario principal | Personas que trabajan o desarrollan una actividad económica en Andorra (empleados, autónomos, empresarios). | Personas que no ejercen una actividad laboral en Andorra y viven de sus ahorros, inversiones, rentas o pensiones del exterior. |
Fuente de ingresos | Los ingresos provienen principalmente de una actividad económica desarrollada dentro de Andorra. | Los ingresos provienen del exterior: pensiones, rentas de capital, dividendos, alquileres, venta de bienes, etc. |
Requisito de inversión | No es un requisito obligatorio. Se basa en la actividad económica. | Sí, obligatorio. Se debe realizar una inversión en activos andorranos, normalmente:• Inmueble: Compra de una propiedad por un valor mínimo de €350,000 (puede ser para uso propio o alquiler).• Activos Financieros: Inversión de €600,000 en la Andorran Financial Authority (AFA), como fondos de inversión, deuda pública, etc.• Combinación de ambas (ej. €200k en inmueble + €400k en activos). |
Permiso de trabajo | Sí se requiere y se obtiene. Permite trabajar legalmente para una empresa andorrana o como autónomo. | No se permite. La autorización de residencia pasiva prohíbe explícitamente ejercer cualquier actividad laboral remunerada dentro de Andorra. |
Tiempo mínimo de permanencia | Se debe pasar más de 183 días al año en el país para ser considerado residente fiscal. | Se debe pasar más de 90 días al año en el país de forma efectiva, pero para no perder la condición de residente fiscal, se recomiendan más de 183 días. |
Aportación a la Seguridad Social | Sí, es obligatoria. Tanto el trabajador como la empresa realizan aportaciones mensuales al sistema de salud y seguridad social andorrano (CASS). | No es obligatoria, pero es altamente recomendable realizar una aportación voluntaria a la CASS para acceder a la sanidad pública y otros servicios. |
Trámite y autorización | Requiere la obtención de un permiso de trabajo y la constitución de un contrato laboral o sociedad. El proceso suele estar ligado a una oferta de trabajo concreta. | No requiere permiso de trabajo. El proceso se centra en acreditar los fondos, realizar la inversión y demostrar que no se ejercerá actividad en el país. |
Fiscalidad sobre ingresos externos | Se tributa en Andorra por los ingresos mundiales. | Se tributa en Andorra por los ingresos mundiales, pero con la ventaja de que no hay impuesto sobre las ganancias por la venta de activos financieros (acciones, fondos) si no se es profesional del sector. |
Perfil típico | Empleados, profesionales, emprendedores, dueños de negocios locales. | Jubilados, nómadas digitales (bajo ciertas condiciones con la nueva ley), rentistas, inversores. |
Preguntas Frecuentes
¿Qué tipo de perfiles suelen solicitar la residencia pasiva?
Por los requisitos que implica y las ventajas que ofrece, la residencia pasiva está orientada a personas que no necesitan trabajar para mantenerse, como jubilados o inversores, o bien a profesionales con gran proyección internacional, como científicos, artistas o deportistas con grandes logros en su haber.
¿Qué inversión es necesaria para solicitar la residencia pasiva en Andorra?
En el caso de inversores, la cantidad mínima asciende a 600.000 euros + 9.500 euros por cada persona a cargo, excepto en el caso de que la inversión se realice en el Fondo de la Vivienda andorrano, en cuyo caso baja hasta 400.000.
El resto de perfiles deberá invertir 47.500 euros + 9.500 por cada persona a cargo, ya sea cónyuge o hijos.
¿Por cuánto tiempo se otorga este tipo de residencia?
La primera expedición tiene una validez de 2 años, pasados los cuáles se puede renovar por otros dos años. Una vez transcurridos, la siguiente renovación será por 3 años más. Al finalizar este periodo, se puede solicitar una permiso de larga duración, con una validez de 10 años, y que permite renovaciones indefinidas.
¿Cuáles son los límites e incompatibilidades de la residencia pasiva?
La residencia pasiva es una gran opción para aquellas personas que no necesitan trabajar para mantenerse y exactamente ese es el límite que tiene, ya que no es compatible con el trabajo activo en el país.
En el caso de los perfiles profesionales con gran proyección internacional sí permite trabajar, pero obliga a que al menos el 85% de sus ingresos provengan de otros países, pudiendo generar en Andorra únicamente el 15% de sus rentas. En caso de superar esta cifra, se debe pasar a residencia activa, con todos los cambios que ello supone.