Criptomonedas en Andorra: diferentes modelos de negocio

Criptomonedas en Andorra: diferentes modelos de negocio

El sector de las criptodivisas se ha visto revolucionado durante la Pandemia del Covid-19 en la medida que el valor de fluctuación de la Criptomoneda más reconocida del mundo, el Bitcoin, llegó a máximos históricos superiores a 50.000.- €. Esta realidad respondió, en cierta medida, a la entrada del gigante tecnológico y automovilístico TESLA como inversor en la mencionada criptodivisa generando una tendencia alcista sin precedentes.

Son cada vez más los inversores, traders, prestadores de servicios y otros que se instalan en nuestro país con el fin de aprovechar las incomparables ventajas que Andorra ofrece a aquellos que son titulares de activos digitales, entre ellos, las criptodivisas.

El Principado es destino principalmente de traders que se dedican eminentemente a la compraventa de criptomonedas, generando recursos gracias a las plusvalías derivadas de sus inversiones. Pese a que existe la creencia entre parte de la comunidad del hecho que, a efectos impositivos, sólo tributan las plusvalías que se han materializado en la obtención de una divisa de curso legal (FIAT), esta no es la realidad. El intercambio o compraventa entre criptodivisas, para el caso de devengar una plusvalía, genera una renta que debe ser declarada (en caso de que el inversor sea persona física) como ganancia de capital en la base del ahorro del IRPF. Estas ganancias de capital tributan a un tipo marginal general del 10% con 3.000.- € exentos (- para el caso de las sociedades, el tipo general es también de un 10% por los rendimientos netos generados en los intercambios de criptodivisas).

Por supuesto, el margen de tributación en comparativa a nuestros países vecinos es muy sustancial en la medida que en Francia se aplica la «Flat Tax» del 30% sobre los activos numéricos y en el Reino de España la tributación por IRPF, desde enero de 2021, oscila entre el 19% y el 26% en función del valor neto de la plusvalía. Adicionalmente, cabe destacar que ambas jurisdicciones graban la mera tenencia de criptodivisas mediante el impuesto del patrimonio (tributo que no existe en el Principado de Andorra).

Si bien la instalación en nuestro país puede parecer únicamente interesante por razones fiscales, cabe mencionar que Andorra goza de uno de los sistemas de cobertura de internet más destacados del mundo, con fibra óptica en el 100% de su territorio y hasta 700Mbps en los hogares. Por consiguiente, el trading intradía y las operaciones en corto se ven totalmente garantizadas gracias a la instantaneidad que brinda la conexión a la red desde nuestro país. En términos de seguridad jurídica, Andorra destaca por haber entrado a trámite parlamentario durante el primer semestre de 2021 una proposición de ley de activos digitales que regulará y reconocerá la tecnología blockchain en nuestra jurisdicción, así como los mecanismos de emisión de criptoactivos, entre otras previsiones.

Sin embargo, no se puede olvidar que, aunque el sector bancario del país reconoce este modelo de negocio y permite la liquidación en monedas de curso legal en entidades bancarias del Principado, hay que acreditar debidamente la trazabilidad de las operaciones y trabajar con uno de los «Exchanges» aceptados por las entidades andorranas (principalmente, Coinbase, Binance, Bitstamp y Kraken). Así pues, de cara a las entidades bancarias, con el fin de operar con monedas de curso legal gracias a las ganancias obtenidas con criptodivisas hay que llevar un meticuloso control para certificar todas las operaciones realizadas, así como el saldo neto resultante de las mismas (precaución que también ayuda a controlar de forma precisa las plusvalías a declarar ante las autoridades fiscales).

Por mucho que el trading sea actualmente el modelo de negocio más extendido, no podemos olvidar que, en cierta medida, esta actividad no deja de implicar una mera gestión del propio patrimonio, por lo que no se trata de una actividad comercial en sí misma. No obstante, existen varios modelos de negocio vinculados a las criptodivisas que sí que deben ser considerados, a todos los efectos, actividades comerciales:

El mining o minado de criptomonedas, que representa la exploración o análisis (mediante hardware especializado) de grandes cantidades de datos con el fin de descubrir patrones para desencriptarlos, permite que los explotadores del negocio puedan «recibir» en su » wallet «o cartera digital las propias criptodivisas minadas o descubiertas para luego venderlas y sacar un rendimiento.

Por su parte, la formación en materia de inversiones en criptoactivos se encuentra cada vez más consolidada y no son pocos los traders experimentados que prestan estos servicios mediante sociedades de capital dedicadas a esta especialidad formativa.

En otro caso, la creación de aplicaciones móviles que emplean «tokens» como mecanismo de pago de las experiencias o activos propios de su contenido digital es otro modelo de negocio, menos conocido en nuestro país pero que se encuentra muy consolidado a nivel global. De hecho, la tenencia de «Tokens» con determinadas funciones dentro de aplicaciones móviles no obsta a que estos se apoyen en una «stable coin» o criptodivisa de referencia para frenar su volatilidad ni que coticen en los Exchanges en caso de cumplir con los requisitos que los mismos exigen. Por consiguiente, una persona física que invierte en una sociedad mercantil titular de una aplicación móvil recibiendo a cambio «Tokens» convertibles a otra criptodivisa (y, por consiguiente, a FIAT), puede estar paralelamente participando de una actividad comercial y explotando su propio patrimonio.

La emisión de nuevas criptodivisas, que se verá apoyada por la nueva normativa en materia de activos digitales en el Principado, es otro modelo de negocio que se basa principalmente en la creación de una divisa digital, pasando por un proceso de «preminado «que permite a los desarrolladores distribuir una cantidad fija de criptodivisa al grupo inicial de inversores o socios fundadores para, más tarde, mediante lo que se conoce como ICO (inicial Coin Ofering) poder vender la divisa a nuevos inversores con independencia de que dicha divisa tenga inicialmente salida en un Exchange reconocido o convertibilidad a otras criptodivisas con alto valor de capitalización.

Durante el 2020 y el 2021 se ha dado una eclosión del modelo de negocio vinculado a los NFT (Non-Fungible Tokens), que son activos digitales no fungibles o únicos almacenados en tecnología blockchain. Este hecho, confiere al activo una certificación de su unicidad y autenticidad, lo que permite crear activos irrepetibles que, en función de su valor intangible pueden llegar a fluctuar en el mercado de la misma manera que lo pueden hacer otros activos físicos (como, por ejemplo, las obras de arte). Este hecho, permite a todos aquellos personajes públicos, creadores de contenido, artistas o análogos poder desarrollar activos particulares que tengan un valor que pueda fluctuar al alza a nivel especulativo, obteniendo grandes beneficios por la venta de los mismos.

Todos los modelos de negocio descritos pueden ser desarrollados en Andorra mediante una sociedad comercial operativa que se acoge a un tipo general del 10% en el impuesto de sociedades. Por todo lo expuesto y no sólo por razones fiscales (seguridad jurídica, comprensión y aceptación de los modelos de negocio a nivel bancario y alta conectividad), Andorra es uno de los países más interesantes para explotar criptodivisas o desarrollar modelos de negocio vinculados a cualquier tipo de criptoactivo.

Pau Augé

Augé Legal & Fiscal

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