Andorra: en busca de la inversión exterior cualificada

Andorra: en busca de la inversión exterior cualificada

Hoy nadie duda que la apertura a la inversión exterior de Andorra iniciada en el 2012 ha tenido una evolución muy positiva y hoy en día representa ya el 18% del PIB del país. Son diversas las razones de este éxito y más allá de un competitivo y homologado sistema fiscal, la calidad de vida en el país es incomparable en muchos sentidos y este factor ha hecho decidir a muchos escoger este pequeño país para emprender un nuevo proyecto trasladando su residencia. Nada hacía prever hace unos años que Andorra se llegaría a plantear poner freno a la llegada de nuevos residentes a la vista de la sobresaturación de demandas en tal sentido y a los efectos que producía en el mercado andorrano. El caso de la carencia de oferta de viviendas ha acontecido el máximo exponente y esto ha provocado que la población autóctona vea agraviado todavía más el problema de encontrar donde vivir aparte del efecto inflacionista evidente cuando la demanda es muy superior a la oferta.

A la vista de la situación, el Gobierno andorrano se ha visto obligado a reaccionar y, sin renunciar a la llegada de nuevos inversores exteriores, que sigue siendo muy bien valorada por los positivos efectos que ha tenido y sigue teniendo en la economía andorrana, ha tenido que modificar la normativa en un doble sentido: por un lado, decantándose por los inversores que lleguen para desarrollar la economía digital, el emprendimiento y la innovación, a los cuales se los crea un marco regulador que aporte facilidades y seguridad jurídica, y por la otra banda, endureciendo las condiciones económicas mínimas para el resto, tanto a empresarios como patrimonialistas extranjeros, a unos incrementando la fianza a lo AFA hasta los 50.000.- € y a los otros incrementando la cantidad mínima a invertir hasta los 600.000.- €.

En concreto, se crean dos modalidades de residencia: una para nómadas digitales, que no necesiten una ubicación geográfica concreta para desarrollar su trabajo, sea por cuenta propia o cuenta ajena, y se crean los visados para emprendedores, que son autorizaciones por parte del Ministerio de Economía para aquellos casos en que se haya participado del programa concreto para emprendedores impulsado por dicho Ministerio. En unos y otros casos, quedan exonerados de la fianza de 50.000.- € y el tiempo mínimo de residencia queda reducido a los 90 días.

Contrariamente, en el caso de las residencias no lucrativas, se aumenta la obligación de inversión mínima hasta los 600.000.- € y con la particularidad de que, si se opta para invertir en inmuebles, que al menos tengan un valor de 400.000.- €. Justamente, esta medida va encaminada a evitar la especulación en determinados activos inmobiliarios de menor valor y favorecer que sean accesibles para el resto de la población. Adicionalmente, se permite que la cantidad mínima a invertir sea de 400.000.- € en caso de destinarlos a una inversión en el fondo inmobiliario creado por el Gobierno y qué objetivo es construir o rehabilitar viviendas a precio asequible para aquella parte de la población que lo demanda.

A efectos prácticos, quizás los cambios de consecuencias más constatables son el incremento de la fianza a lo AFA de 15.000.- € a 50.000.- € y el incremento del porcentaje de capital mínimo hasta el 34% para el resto de los supuestos a encuadrar en la modalidad de residencias por cuenta propia, emprendedores o empresarios que si todavía apuestan por Andorra se verán obligados a inmovilizar 50.000.- €, cosa que, en algunos casos, puede tener efectos disuasivos.

En todo caso, tenemos que comprender que, a pesar del tradicional espíritu acogedor de Andorra, mecanismos como los descritos pueden ser útiles para seleccionar aquellos casos en que verdaderamente la apuesta por este exitoso escenario andorrano se firme y aporte un valor diferencial. Entretanto, las autoridades se tienen que seguir esforzando para impulsar nuevas políticas a nivel inmobiliario que mejoren la accesibilidad a una vivienda digna para la población del país que lo necesita. Quién sabe si al final, sea la iniciativa pública y/o la iniciativa privada, nacional o internacional, se pueda resolver esta carencia de oferta de vivienda, pero resulta evidente que hay que seguir atentos a las necesidades de una ciudadanía que lo merece, venga de donde venga, pues todos, unos y otras contribuyen a hacer grande este maravilloso país.

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Augé Legal & Fiscal

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